Parejas

domingo, marzo 01, 2009

Las metas que no funcionan

Un estudio llevado a cabo por el profesor de la Wharton Business School Maurice Schwitzer ha puesto de manifiesto que la elección de objetivos empresariales puede hacer más mal que bien.

En 1969, al mismo tiempo que Estados Unidos se estaba preparando para alcanzar uno de los retos más importantes del presidente Kennedy, mandar un astronauta a la Luna, el afamado ejecutivo de Ford Lee Iacocca, mandó a su equipo de ingenieros un objetivo casi igual de ambicioso: diseñar un coche que pesase menos de 1.000 kilos, que costase menos de 2.000 dólares y que estuviera a la venta dos años más tarde, en 1971.

A primera vista, este reto parecía lógico: había que encarar por primera vez la carrera "low-cost" que ya estaban disputando los fabricantes de coches del resto del mundo en el mercado estadounidense. El resultado fue el Ford Pinto, un completo desastre con consecuencias letales. Las medidas de seguridad básicas quedaron en un segundo término con tal de cumplir los plazos establecidos por Iacocca. En particular, los ingenieros fracasaron al examinar la decisión de situar el tanque del combustible a sólo unos centímetros de eje trasero, por lo que cuando el Pinto sufría un accidente en esa parte trasera, muchas veces salía ardiendo, llegando a provocar 53 muertes y costosos recursos judiciales.

Este es un buen ejemplo de los peligros que tiene ponerse objetivos. Para cumplir esos objetivos, los empleados ignoran las prácticas básicas del negocio, poniendo en peligro la reputación de la empresa y violando los estándares éticos. Esta lección, según sostienen en su artículo Schweitzer, no ha sido bien aprendida por muchas empresas; por el contrario, los objetivos demasiado ambiciosos "se han convertido en un mal endémico" en los últimos cincuenta años.

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Otra de las consecuencias negativas del establecimiento de objetivos es que los trabajadores tienden a perder interés por aprender nuevas destrezas y, sencillamente, echan mano de la experiencia para conseguir sus objetivos. Además, los objetivos pueden crear un clima de competitividad que hace que los trabajadores eviten trabajar en equipo para resolver problemas.

Schweitzer considera que una de las causas de este abuso de los objetivos es que ponemos demasiada atención en lo individual. Cuando las cosas van mal (véase el caso de Enron) solemos culpar a los individuos, y no a la cultura empresarial marcada desde los puestos de dirección más altos.

Los autores sugieren que la elección de objetivos debe ser asumida con cuidado y consideran que debe investigarse más respecto a esta práctica.

 

http://www.laflecha.net/canales/empresas/noticias/trabajar-sobre-objetivos-puede-tener-consecuencias-nefastas-para-las-empresas?_xm=rss>

 

Enfocándonos en las prácticas básicas del negocio

Aplicado lo a nuestro “Kingdom”…

No voy a negar que algunos hemos encontrado problemas en nuestro objetivo de crecimiento (dejando de lado que cuando pensamos que hemos logrado algún avance,  volvemos a retroceder).

Parece increible que nuestro general, constantemente nos recuerde que lo más importante es la gente y que son los líderes los encargados de amar a sus discípulos...


¿Cuáles son las prácticas básicas de nuestro negocio?

1.       Mostrar a Jesús como nuestro señor y salvador, y nuestra mejor opción para mejorar nuestras vidas. No como una religión sino como un estilo de vida.

2.       Acompañar a las personas a las prácticas diarias que determinan un estilo de vida diferente.

  a.   Un nuevo amanecer de la mano del creador. Tiempo devocional.

  b.   Platica constante con Dios. Oración y lectura de su palabra.

  c.   Hacer todo con excelencia, con el afán de agradar a Dios.

  d.   Mostrar el amor de Dios con los demás. Empezando con uno y su familia.

  e.   Disfrutar de todo lo que hacemos. Alabanza y Adoración.

  f.    Reunirse con otros que comparten esta cultura.


¿Te parece mucho trabajo?
Ya todo esto esta previsto es la plataforma de formación que llamamos escuelas...
Pero recuerda que los primeros pasos son los más importantes; acompaña a tu discípulo a estudiar lo más básico... Lo que llamamos "Leche Espiritual".
Se responsable y ora por tu gente. Bendicelos. Tus decretos sobre ellos son importantes. Y si tu que lees esto tienes una autoridad sobre ti. Acata las recomendaciones e instrucciones de tu guía espiritual, camina con esta persona tanto como puedas y veras un gran amor.

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